#Opinión | ABSTRACCION POLITICA
Texto: Yahir Flores Hdez.
Resaca de la oposición post debate
Lunes 8 de abril, día posterior al primer round por la silla presidencial que, con un formato insufrible del INE, se desarrolló sin asombros; Sheinbaum capoteó embestidas y nadó “de muertito” en su trayecto a Palacio Nacional. Xóchitl mostró nula agilidad mental, lució acartonada y sometida por el guion mal articulado que le susurra Max Cortázar, y quedó más como alguien que lidiaba con un pleito de cantina, que con un debate presidencial. Fraguando así, no solamente su derrota electoral, también su ruina política. Respecto a Máynez, condimentó la atmosfera de frivolidad con el rictus de bufón que le recomendaron ejecutar sus asesores. En este escenario, Félix Salgado Macedonio arrancó una semana más de campaña al Senado de la Republica con mítines en la periferia de Chilpancingo, donde fuí testigo de un singular performance del debate presidencial, puesto en escena por el mismísimo Toro sin cerca y uno de los asistentes.
El Toro Visita la emblemática colonia “CNOP” de nuestra capital, entonado por las mieles de la victoria anunciada, alardea petulante respecto al triunfo sin despeinarse y con la mano en la cintura de Claudia Sheinbaum en el debate. No obstante, se toca la barbilla por un momento, emulando a Nervo cuando se disociaba en la experimentación poética, reflexiona un segundo, y en esa ligera pausa opta por limitarse y recula. Imagino que recordó el Plan C, donde no hay tanta certeza de éxito en cuanto a las pretensiones de la 4T. entonces, para no pecar de soberbia, con la presidencia de la Republica en la bolsa, y derrochando falsa modestia, proclama no cantar victoria en la carrera por la grande, como si no existieran más de 20 puntos de ventaja sobre la candidata opositora, y con la plena certidumbre en su interior, de que ese arroz ya se coció.
“¡No has hecho nada por del Pueblo! Dices ser del Pueblo por aquello de “diputado costales” pero no nos representas”, fustigó uno de los asistentes, lo cual me pone alerta, ejecuto un paneo general para identificar al individuo, lo encuentro y me precipito hacia él. “Amigo, me vienes reclamando desde allá, terminando el evento te atiendo, es tu derecho, solo permíteme unos minutos y te escucharé con mucho gusto en privado, además se ve que “te echaste unas”, vienes en estado inconveniente”, contraargumentó diplomático el Toro, mientras el eco “es un honor estar con Félix hoy”, inclinaba la balanza a su favor. Amedrentado por las suplicas de su madre y el señalamiento de “teporocho” por parte de las masas, el beligerante reaccionario transmutó en un sumiso “chavelote” obligado a cerrar la boca y sentarse con decoro junto a su progenitora. Luego, desconozco si por lastima o empatía, el Toro trata de consolarlo, “No pasa nada amigo, andas encandilado, te entiendo, yo antes era peor”, remató Félix ante las carcajadas del auditorio. Quedé hombro a hombro con el embriagado inconforme que exhibido como “borracho impertinente”, pensando en voz alta y entre lamentos, vociferaba replicas que, de haber dicho en su momento, habrían puesto a trabajar un poco la elocuencia argumentativa de Félix, pero ya era muy tarde, sus embates mal articulados le habían hecho a Salgado Macedonio “lo que el viento a Juárez” e incluso hasta lo beneficiaron.
Ahora bien, el paralelismo entre el ebrio contrincante de Félix en el mitin y Gálvez Ruiz en el debate; Sheinbaum, al igual que el Toro, no hizo nada extraordinario para imponerse a su rival, básicamente, solo la dejó precipitarse hacia su ruina sin tenerle lastima. Talvez por eso, la candidata del PRIAN se refirió a ella como “mujer de hielo y sin corazón”, ataque emanado de una cosmovisión patriarcal, que refuerza una idea respecto a que la mujer solo es un ser emocional, y que carece totalmente del privilegiado raciocinio que ostenta el “onvre”. ¿Qué no supuestamente Xóchitl se decía feminista? En fin, otra de sus tantas contradicciones discursivas. Pero donde el paralelismo alcanzó una sincronía perfecta, fue en la nula agilidad mental para reaccionar al conflicto en el instante oportuno; “En un país civilizado, Claudia Sheinbaum no sería candidata a la presidencia de la República, tendría que estar enfrentando la justicia, porque el caso del Colegio Rébsamen, más allá de que ella se lave las manos y diga que ese caso ya fue juzgado, sucedió a causa de una negligencia de su parte”, asestó Xóchitl en la rueda de prensa al término del debate, donde pensando en voz alta y entre lamentos, vociferaba replicas que, de haber dicho en su momento, habrían puesto a trabajar un poco la elocuencia argumentativa de Claudia, pero ya era muy tarde, sus embates mal articulados le habían hecho a Sheinbaum “lo que el viento a Juárez” e incluso hasta la beneficiaron.