Nota Roja

El jovencito Axel Yared desapareció en Tecpan cuando fue invitado a trabajar

Axel Yared Octaviano Méndez, de 21 años de edad, viajó desde Cuernavaca a la Costa Grande de Guerrero y no se supo más de él

Texto: Fernando Pastor

Chilpancingo de los Bravo, Gro., 12 de diciembre de 2024.- El jovencito Axel Yared Octaviano Méndez, vecino de Cuernavaca, Morelos, desapareció desde el pasado 21 de octubre, cuando acudió al municipio de Tecpan de Galeana, donde le ofrecieron trabajo. Desde esa fecha no se sabe nada de su paradero y su familia continúa buscándolo.

Fue la señora Flor de Liz Médez Alonso, quien desde que perdió contacto con su hijo Axel Yared, de 21 años de edad, no se ha cansado de buscarlo y ha encabezado una campaña de difusión en redes sociales para sensibilizar a la población en general, con el objetivo de crear presión para saber del paradero de su hijo.

Doña Flor, narró a Noticias Reporte Guerrero, que lo último que supo de su hijo, fue que una persona desconocida, le había ofrecido trabajo en Tecpan, municipio de la región Costa Grande de Guerrero.

El día 21 de octubre, salió en un autobús de Cuernavaca con rumbo a Guerrero, donde una persona lo recogería. Axel Yared le dijo a su madre que le mandaría un mensaje cuando llegara a su destino. Desde esa fecha perdieron toda comunicación con él.

La familia interpuso una denuncia por estos hechos, y la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas (CEBP) del Estado de Guerrero, emitió ficha de búsqueda, donde describen las señalas particulares del joven:

En el cuello tiene tatuado la palabra “Cuervo”, tiene un tatuaje de “Calavera” a la altura de la pantorrilla en la parte de enfrente. Por favor, si tienes alguna información de su paradero, comunícate a los teléfonos: 747 139 8846 y 747 116 0103

Cabe recordar, que el pasado 24 de octubre, hombres armados de Centroamérica, irrumpieron al municipio de Tecpan, donde realizaron balaceras y se enfrentaron con un grupo local de la delincuencia, provocando pánico entre la ciudadanía.

Días después, civiles armados iniciaron una “cacería” de jóvenes con rasgos físicos de habitantes de Guatemala y El Salvador, a quienes privaron de la vida. Otros más que lograron huir, fueron capturados por la Fiscalía de Guerrero y el Ejército.