Olvido institucional obliga a pobladores de la Sierra de Guerrero a abrir caminos por su cuenta
Ante la inacción gubernamental y los estragos de las lluvias, habitantes de Atoyac y San Miguel Totolapan toman picos y palas para restablecer caminos intransitables
Texto: Rangel Ventura
Fotografía:Alberto Solís Loeza
Atoyac de Álvarez, Gro., 24 de junio de 2025.— En plena temporada de lluvias, cuando los caminos rurales se vuelven vitales para el traslado de víveres, medicamentos y personas, los pobladores de la Sierra de los municipios de Atoyac de Álvarez y San Miguel Totolapan han tenido que tomar en sus propias manos la reconstrucción de las vías de comunicación que han quedado destrozadas por los aguaceros.
Con palas, picos, machetes y su propia voluntad, hombres y mujeres de estas comunidades han comenzado a abrir brechas y reparar tramos que han sido arrasados por los deslaves y el lodo. La falta de presencia de maquinaria oficial y de brigadas de Protección Civil o del Gobierno estatal y municipal, evidencia, una vez más, el histórico abandono en el que se encuentra esta región montañosa del estado de Guerrero.
Las lluvias no han cesado en las últimas semanas, provocando afectaciones en los accesos a localidades que ya de por sí viven en condiciones precarias. Sin embargo, ni los municipios ni las instancias estatales o federales han enviado auxilio oportuno, dejando a las comunidades en un estado de aislamiento peligroso.
Este esfuerzo comunitario revela no solo la fuerza y solidaridad de los habitantes de la Sierra, sino también la profunda omisión de las autoridades federales encargadas de garantizar la conectividad y seguridad de la población rural. Resulta inadmisible que en pleno 2025, sean los propios ciudadanos quienes deban sustituir las funciones del Estado.
La Sierra no solo es víctima del clima; también lo es del olvido. Y mientras el gobierno federal mira hacia otro lado, en la tierra de caminos rotos, la dignidad y la resistencia de su gente sigue abriéndose paso entre el lodo.