Huracán Erick se debilita a tormenta tropical; seguirán las lluvias hasta el sábado
Tras tocar tierra en Oaxaca como huracán mayor –llegando brevemente a categoría 4– Erick se aproxima debilitado, ya como tormenta tropical, rumbo a Guerrero
Aunque ha perdido intensidad, se mantiene la amenaza de lluvias intensas, vientos soportables y humedad persistente hasta el sábado
Texto: Rangel Ventura
Chilpancingo de los Bravo Gro., 19 de junio de 2025.— El huracán Erick, que impactó temprano este jueves 19 de junio en Oaxaca, se ha degradado tras un paso veloz por la sierra, y cuando alcance la costa de Guerrero lo hará ya en fase de tormenta tropical, para luego convertirse en depresión tropical rumbo a Michoacán.
En Ometepec, región Costa Chica de Guerrero, la fuerza del huracán se dejó sentir con firmeza; sin embargo, actualmente presenta rachas moderadas de hasta 50 km/h, y las lluvias, aunque abundantes, resultan manejables .
Según Protección Civil de Guerrero, se mantiene activada la alerta roja y desplegados más de 17 000 efectivos en coordinación con Marina y el Plan DN‑III, lo que demuestra una respuesta organizada ante esta nueva eventualidad.
A pesar del debilitamiento, las lluvias continuarán hasta el sábado, con posibles remanentes pluviales intensos esta misma tarde, aunque ya sin condición de huracán.
La visibilidad se mantiene adecuada y los vientos, firmes pero dentro de lo tolerable, permiten cierto optimismo. No obstante, especialistas insisten en no bajar la guardia: los acumulados podrían superar los 400 mm en algunas regiones, generando riesgos de inundaciones y deslaves.
En redes sociales, canales oficiales como la Coordinación Nacional de Protección Civil y medios locales confirmaron la transformación del sistema a categoría 4 antes de su impacto inicial, y ahora informan sobre su retroceso a tormenta tropical. En Facebook, además, el subdirector de tiempo de la Secretaría de Marina señaló que los remanentes seguirán generando lluvias moderadas y humedad alta en Guerrero.
Desde una óptica crítica, cabe destacar que aunque las autoridades ejecutaron protocolos rápidos –despliegue total y suspensión de clases–, el foco debe desplazarse ahora a gestión local eficiente, gestión de drenajes, monitoreo constante de ríos y adecuado abastecimiento de víveres. La resiliencia comunitaria requiere continuidad y no solo respuesta reactiva.
En resumen, Erick ha entrado en una fase de debilitamiento progresivo, pero su remanencia húmeda mantiene a Guerrero en alerta hasta el fin de semana. El reto radica en sostener la vigilancia y no relajarse: lo que ahora se percibe como “aguacero soportable” podría cobrar factura tarde, sin aviso.
Erick demuestra la capacidad del Pacífico para generar ciclones de rápida intensificación y debilitamiento. Guerrero transita por una etapa de consolidación de su capacidad de respuesta. El desafío es administrar con eficiencia las lluvias que llegan, y sobre todo, mantener a la población informada, segura y preparada hasta la disipación del fenómeno.