«El camino de las armas tiene que ser en otro momento, ya que sin el pueblo, nada, con el pueblo todo»: ACNR
Se cumplen 57 años de la liberación de Genaro Vázquez Rojas de la cárcel de Iguala, por un comando armado
Texto: Jorge Balvanera
Chilpancingo de los Bravo, Gro., 23 de abril de 2025.- Al cumplirse hoy 57 años de que un comando liberó de la cárcel de Iguala, a Genaro Vázquez Rojas, dirigente de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), Abelardo Velázquez Cabañas, uno de los que participó en la acción, manifestó: “si hay una guía para transformar el país, tiene que ser con las masas, porque no lo puede hacer un grupo reducido, por muy lúcido que este sea”.
Entrevistado vía telefónica, el exguerrillero advirtió: “no hay que repetir la historia, por eso hay que leer, y analizar los errores; porque no fuimos los únicos, había otros grupos que cometieron el mismo error; todos los grupos querían asumirse como vanguardia.
El movimiento (de la ACNR), y en general se podría decir que todos (los grupos guerrilleros) fuimos aniquilados.
El camino de las armas “tiene que ser en otro momento. Sin el pueblo nada; con el pueblo todo; porque un grupo-insistió- por más ilustrado que sea, y no lo sigue el pueblo, está condenado al fracaso; ya lo vimos con el Che (Bolivia); con Turcios Lima (Guatemala); yFabio Vászquez (Colombia), con los Tupamaros (Uruguay), etc”.
A las nuevas generaciones “les decimos que no repitan los errores que cometimos nosotros; debimos hacer una campaña de masas, como la hizo en Guerrero la Asociación Cívica CGuerrerense (ACG), que la había hecho muy grande con la caída del (gobernador) general Raúl Caballero Aburto; el pueblo se levantó”.
Velázquez Cabañas, recordó que a Genaro Vázquez Rojas “lo detuvieron en noviembre de 1966 en la Ciudad de México; desde el principio se planeó su liberación “ sobre todo después de dos atentados que sufrió en la cárcel(de Iguala), pero los presos lo defendieron”.
Se designó a Filiberto Solís Morales, y Roque Salgado Ochoa, para que lo visitaran, “y al mismo tiempo, otro grupo se fue a hacer prácticas(militares) a la sierra de Atoyac; otra parte del grupo se trasladó a Iguala, a visitar a las comunidades, para hacer contactos”.
En mi caso “hice equipo con Pedro Contreras, y n fuimos a preparar el operativo; ahí un compañero que estaba en la sierra se arrepintió de participar, y se propuso en su lugar a Zeferino Contreras, el papá de Pedro y de Donato, que tenía experiencia en armas. Antes se designó un comando para obtener recursos (económicos) de un cacique cafeticultor que era acaparador; en esa acción murió un compañero de Iguala, Prudencio Casarrubias”.
En marzo de 1968, ya en Iguala, antes de la Semana Santa, “se hizo, el primer intento, pero fracasó, debido a que estaban saliendo unos niños de un jardín de niños, y habría mucho peligro para los menores; y se pospuso 15 días más”.
Se designó a Roque Salgado, para encabezar el siguiente operativo, del 22 de abril; “llegamos a la hora acordada, y como a las 10:30 de la mañana, el compañero Roque Salgado, al frente del comando “Vicente Guerrero”, dio la orden de iniciar el operativo para liberar a Genaro”.
No operó con la rapidez para desenfundar y disparar, “y el judicial que custodiaba a Genaro, le dio de balazos en el Abdomen; Pedro y Zeferino le dispararon al judicial, y a otro policía. Otro policía se fue sobre nosotros disparando, pero en el suelo, un compañero, que llevaba la metralleta, la accionó, y ahí quedó tirado el otro(policía); fueron dos policías muertos, y un judicial herido, y se metió al Centro de Salud.
De nosotros, solo Roque, quedó herido
Alcance a ver que “José Bracho (Campos), y Zeferino Contreras, cargaban a Roque Salgado, para subirlo a un coche, pero a una cuadra se descompuso, y así herido lo llevamos caminando hasta el poblado de Icatepec, municipio de Taxco de Alarcón; al pasar por la Escuela Superior de Agricultura de la Universidad Autónoma de Guerrero, iba un arriero con dos mulas, y Genaro le propuso que se las vendiera o rentara, pero no quiso, ara llevar al herido. Y nos dijo, mejor voy con ustedes.
El muchacho se fue con nosotros, pero allá en Icatepec perdió la vida, porque lo confundieron con guerrillero y lo acribillaron también”.
Después bajamos de la mula a Roque, “que murió peleando; le dimos una pistola y parque, y se parapetó ahí.
El sabía que no podía caminar, y ya no podíamos cargarlo; también ya habían tumbado(matado) al cuñado de Genaro, el compa Filiberto Solís Morales, que también fue estudiante de la (Escuela) Nacional de Maestros; también salió herido Bracho, con un rozón en la cabeza, y creíamos que estaba muerto, llevaba un montón de sangre en la cabeza; yo salí bien”.
Nosotros, Pedro Contreras y yo “salimos por delante cubriendo a Genaro, rumbo a la carretera que va a Tierra Caliente; Donato y su papá salieron rumbo a Taxco.
La balacera había empezado como a las cuatro de la tarde, cuando el Ejército (Mexicano) y la judicial nos emboscó en Icatepec. Genaro se regresó al centro de operaciones, porque estaba con el pendiente de los demás compas; lo esperamos cerca de dos horas en la cueva en una barranca.
Pedro y yo nos fuimos al pueblode Tlacuitlapa, municipio de Teloloapan tardamos cinco días en llegar, sin comer y sin agua; el compa Genaro, llegó el 3 de mayo, el día de la Santa Cruz, en el poblado indígena de Chilacachapa, también municipio de Teloloapan.
Una avioneta militar sobrevolaba, y ahí conseguimos un guía, y nos llevó a la orilla del Río Balas; y llegamos al pueblo de Tlacotenco, municipio de Tlacotepec; de ahí nos fuimos a la sierra de Atoyac, pero nos seguía un avión militar , debido a que en un pueblito de esa zona del Río Balsas, nos había denunciado un comisariado ejidal, que también era policía rural, avisó al ejército que estaba en Nuevo Balsas.
Después partimos a hasta la sierra de Atoyac, lo demás es historia”.