Sustituyen la siembra de amapola por la de pino, mujeres de la sierra de Guerrero
Poco más de 500 madres de familia de la Sierra Madre plantan miles de árboles de pinos para reforestar ejido de la zona
Texto: Jorge Balvanera
Ajuchitlán del Progreso, Gro., 16 de julio de 2024.- En 30 hectáreas de tierras en donde antes se sembraba amapola, unas 500 mujeres de 11 ejidos de la Sierra Madre del sur sembraron miles de árboles de pino, principalmente “hicimos reuniones en asambleas, y nos dijeron que viniéramos a reforestar las parcelas en donde antes se sembraba amapola, pero ahora ya no”, explicó doña Guadalupe “N”, que acudió a realizar su tarea en el punto conocido Puerto de los Pineda, ubicado en lo alto de la sierra del municipio de Ajuchitlán del Progreso, en la Tierra Caliente de Guerrero.
En medio de la niebla, y la lluvia, en el marco de la Jornada de Reforestación Comunitaria “Mujeres protegiendo la sierra Tecuani”, las féminas sonrientes trabajaban, algunas acompañadas de sus esposos, limpiando la loma para plantar los árboles de pino “hoy vamos a plantar tan solo aquí unos 4 mil 800 arbolitos, creo que en los 11 ejidos se van a sembrar 30 hectáreas, al menos esa es la meta para estos días”, dijo una de ellas.
Entrevistada en la ladera de Puerto de los Pineda, que pertenece al pueblo de El Balcón, doña Guadalupe “N” señaló:
“yo soy de aquí, y vino aquí el programa de Sembrando Vida, que nos ha traído que tengamos una huerta, y tengamos de donde vivir; pedimos a la presidenta (Claudia Sheinbaum), que nos ayude, que nos aumente el sueldo porque no nos alcanza”.
Yo soy viuda “estoy sola, vamos a cumplir dos años y medio que nos organicemos las mujeres, todos los años sembramos(árboles); participan niños y niñas, somos como más de 100 mujeres”.
Nancedalia Ramírez Domínguez, del ejido de Cordón Grande, municipio de Tecpan de Galeana, y pionera en la organización de las mujeres de la sierra, reconoció que “ha sido un proceso muy difícil; ha existido durante mucho tiempo la discriminación, el patriarcado, y la participación de las mujeres en las comunidades ha sido de manera paulatina”.
Ha sido un trabajo de ya aproximadamente 9 años “de hacer conciencia sobre todo al interior de los ejidos, acerca de la importancia que tiene la mujer, como una buena administradora de los recursos naturales, como una educadora”.
Aquí las mujeres se dedican al hogar “se está haciendo un diagnóstico para saber qué es lo que las mujeres quieren aprender, que es lo que quisieran hacer.
En las comunidades rurales todavía es mucho más profundo el tema del patriarcado, del machismo, pero los hombres se están dando cuenta de que es importante la participación de las mujeres; el propósito es llevar cabo a cabo estas actividades de manera comunitaria y colectiva, que no haya una división entre hombres y mujeres, y con estas actividades se demuestra que sí se puede el trabajo conjunto”.
Acompañando a su mamá en la faena, la niña Evelyn “N”, con las mejillas chapiadas por el frío contó: “Yo voy en sexto de primaria, y quiere estudiar para Veterinaria. Me gusta la sierra porque hay muchos animalitos, como venados, conejos, cuches(puercos), pájaros”.
También mencionó que lo que más le gusta de la sierra es que “hay muchos árboles, muchas plantas, y muchos animales”. Dice que tal vez sembraría lo de una caja de árboles.
Finalmente Ivón Colchero, coordinadora, del Campus Universitario en Desarrollo Sustentable de la Universidad Autónoma de Guerrero ubicado en Tecpan de Galena, recordó que la institución “ apoya a la zona de la sierra impulsando las carreras de Ingeniería en Sistemas Ambientales, y la de Ingeniería en Producción Sustentable”.
Nuestros estudiantes, maestros e investigadores “desarrollan sus prácticas en la zona alta de la sierra; hacen trabajo de campo, y de investigación, y se vinculan con los pueblos a través de los proyectos. Hay alumnas de Cordón Grande, que ya hacen su maestría en Acapulco; apenas el rector Javier Saldaña Almazán, anunció la carrera de Agronegocios en apoya a esta zona de la sierra”.
Este año, 16 alumnos recibieron su título profesional que los acredita como ingenieros en Sistemas Ambientales e ingenieros en Producción Sustentable.