A ocho meses de Otis, Acapulco sigue hundido
Cientos de viviendas, restaurantes, hoteles y comercios convertidos en cascajo están abandonados
Texto: Jorge Balvanera
Acapulco de Juárez, Gro., 24 de junio de 2024.- Cientos de hogares ubicados en la periferia de Acapulco, siguen casi igual, el área comercial del centro histórico y los edificios turísticos de la Costera Miguel Alemán y la zona Diamante, aún lucen abandonados tras ser destruidos total o parcialmente por el huracán “Otis”, categoría 5, hace ya ocho meses.
Muchas calles siguen infestadas de basura y lanchas inservibles, hay restaurantes, bares, hoteles y otros edificios turísticos en total abandono; los servicios de agua potable, drenaje, electricidad y de transporte están repuestos a medias gracias a los esfuerzos de los trabajadores y microempresarios por levantar Acapulco porque el apoyo de los tres niveles de gobierno, federal, estatal y municipal, sólo existe en discurso, lo que se constata con los cientos de viviendas, restaurantes, hoteles y comercios, convertidos en “fantasmas de concreto”, vidrios rotos y cascajo.
Una de las afectadas con la intensa lluvia con ráfagas de viento de hasta 220 kilómetros por hora que golpeó a los acapulqueños la madrugada del 23 de octubre del 2023, es Victoria de la Cruz Cesárea, vecina de la colonia Héroes de Guerrero, quien de la noche a la mañana perdió su casa, muebles, ropa, gallinas, chivos, enseres domésticos, sembradíos de maíz y ajonjolí.
Con lágrimas, narra que la noche del 24 de octubre empezó a lloviznar y el aire arreciaba, doblando las ramas de los árboles hasta crujir y arrancarlos de raíz, situación que la obligó a salir al corral a resguardar sus animales en una pequeña habitación construida con el programa “Un Cuarto Más”, donde también se refugió su familia, incluida su nieta, una bebé de pocos meses de nacida y su marido, que con dificultad llegó tras ser fuertemente zarandeado por el viento.
Aproximadamente a las 3 de la mañana salieron del cuarto en medio del llanto y gritos de desesperación de sus vecinos, ayudando todos con cuerdas a las personas enterradas en el lodo y los escombros de sus casas.
Conforme avanzaban las horas se hicieron evidentes las pérdidas, la mayoría de los hogares de la colonia Héroes de Guerrero carecían de techos y los enseres domésticos, ropa y alimentos fueron saqueados.
Durante cuatro días permanecieron en la incertidumbre y la primera ayuda que recibieron fue de una organización social que les llevó despensas, agua y ropa, después llegaron representantes del gobierno federal, que entregaron enseres domésticos y dinero a algunas familias.
Pensé que era el fin del mundo, sollozó doña Victoria, quien reconstruye su precaria vivienda con pedazos de lámina; en su calle de terracería hay llantas de automóviles que ayudan a no resbalarse y no anegarse de lodo.
En plena temporada de lluvias y huracanes en el Pacífico mexicano, las familias más humildes de colonias como Héroes de Guerrero, La Garita, Las Cruces, Santa Cecilia, Simón Bolívar, Progreso, Lirios, Primero de Mayo, Vicente Guerrero, Tamarindos y localidades aledañas, aún no rehabilitan sus hogares y siguen caminando entre aguas residuales y rocas que la lluvia y el viento arrastraron a las calles y áreas de playa, confiando en el apoyo gubernamental anunciado.