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Arrasó Río de Santa Fe con negocios asentados en sus márgenes, con el paso de «Otis»

«Nos confiamos, la verdad, llovió fuerte y no creímos que nos fuéramos a inundar, el agua llegó hasta allá arriba, y se llevó todo”, narran los comerciantes

Texto: Jorge Balvanera

Quechultenango, Gro., 14 de noviembre de 2023.- El paso del Huracán Otis por el municipio de Quechultenango afectó a por lo menos 30 locales que fueron arrasados por la creciente del Río Santa Fe, nombre que le da la comunidad que se ubica en lo alto y que el 24 de octubre se desbordó con las lluvias que provocó el meteoro.

Negocios de comida fueron arrasados por la fuerza de la creciente del Río ocasionando por las intensas lluvias que Otis dejó a su paso, dejando a muchos prácticamente en la ruina, pues su patrimonio en cuestión de horas desapareció.

“Aquí nadie ha venido, ¿y el alcalde?, ese menos, ni siquiera ha mandado a nadie a ver cómo estamos, el río se llevó todo, sillas, mesas, techos de lámina, y como aquí no hay construcciones con tabique ni cemento, puras casitas de madera y lamina, se llevó todo”, mencionaron el matrimonio compuesto por Juan Mendoza y la señora Virginia López.

Sentados sobre un banco el matrimonio contemplaron las afectaciones que Otis les ocasionó, y que ahora tendrán que comenzar de nuevo ante la indiferencia de las autoridades, en su caso del municipio de Quechultenango actualmente gobernado por Crisoro Castro Castro, bajo las siglas del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Los pobladores de Santa Fe, viven de la siembra de maíz, y del poco turismo que llega por el Circuito Azul, a orillas del Río Santa Fe cono se le conoce al balneario donde tienen sus negocios de comida y otros más, venta de prendas deportivas (shores, trajes de baño, y sandalias), además de la venta de elotes hervidos, semillas de calabaza, huevos de codorniz, plátano frito, y frituras primordialmente.

-¿Qué fue lo que pasó?, se les cuestionó.

«Nos confiamos, la verdad, llovió fuerte y no creímos que nos fuéramos a inundar, el agua llegó hasta allá arriba, y se llevó todo”, dijo Don Juan.

En un recorrido por el lugar, en algunos lugares solo quedaron los fogones hechos con ladrillos, y otros más con barro en medio de lo que fue una “media agua” donde atendían a sus clientes que acuden regularmente en los meses de marzo, abril, mayo en las vacaciones de Semana Santa, y diciembre.

Quienes pudieron salvar la mayoría de sus enseres de cocina fueron quienes tienen locales construidos con concreto y están ubicados en lo “alto” del río y pueden guardar sus cosas, pero los que solo tenían sus locales a orillas del río no corrieron con la misma suerte, perdieron todo.

Este fin de semana, el lugar lució semi vacío, solo unos cuantos visitantes llegaron al lugar, la mayoría de los locales se encontraban abandonados, y en algunos de ellos, ya habían comenzado a construir nuevamente sus locales para iniciar de nueva cuenta.

Los afectados, pidieron al gobierno del estado y el federal a que acudan para que verifiquen las pérdidas y sean considerados dentro de los apoyos de los damnificados por Otis, aunque reconocieron que no tienen muchas esperanzas de que eso suceda por lo ocurrido en Acapulco.

Y es que durante la contingencia por Ingrid y Manuel donde también perdieron todo, solo les dieron 10 mil pesos como apoyo, “es poco, pero, aunque sea eso, ya que”, dijo el matrimonio que se quejó porque tampoco pueden tramitar créditos para volver a instalar sus negocios los cuales aseguran solo les dan para comer, “no para hacerse rico, porque compra uno bien caro todo”, dijo Doña Virginia.

Algunas personas a más de 15 días han comenzado la reconstrucción de sus negocios, aunque otros más lucen abandonados porque ya no da para más, incluso la corriente del rio se llevo algunos puentes improvisados que los lugareños hicieron para que los visitantes puedan cruzar sus aguas sin riesgo y asistan a sus locales, “muchos han dejado sus lugares, la gente ya casi no viene, ahorita, hasta diciembre”, señalaron algunos comerciantes que caminan ofreciendo diversos productos para llevar el sustento a sus hogares.