Política

«Chilpancingo no tiene dueño, para gobernar hay que ser pueblo, hacer pueblo, y estar con el pueblo»: Norma Otilia

La capital es el primer lugar en transparencia por 2do año consecutivo en Guerrero

«Jamás voy a evadir mi responsabilidad como presidenta, mi gabinete no es un club de Tobi, lo integran personas capaces y con valores» declaró la alcaldesa

Texto y Fotos: Yahir Flores Hdez. 

Chilpancingo de los Bravo, Gro., 26 de octubre de 2023.- Cayendo de pie ante las adversidades, favorecida por las condiciones climáticas, con emotivo discurso parafraseando al icónico Lució Cabañas, la presidenta municipal de Chilpancingo Norma Otilia Hernández Martínez, rindió su 2do Informe de Gobierno, dónde además, reiteró su solidaridad con el puerto de Acapulco y demás localidades damnificadas por el Huracán «Otis».

Ante la mejoría de las inclemencias del tiempo, cientos de ciudadanos se desplazaron por convicción desde diversas regiones, colonias y comunidades, para acompañar a Hernández Martínez, su presidenta municipal, en lo que sería su segunda ceremonia protocolaria de rendición de cuentas ante su pueblo, «Continuamos con nuestras labores y obligaciones en este municipio, éso también nos obliga a no ser indolentes con quiénes padecen la tragedia en el estado, cómo son las familias del puerto de Acapulco, de nuestras costas y la zona norte de Guerrero, sin embargo, cómo gobernantes, llueve o truene, estamos obligados a dar la cara, porque es nuestra obligación enfrentar cada reto», manifestó la alcaldesa.

Así mismo, Norma Otilia Hernández informó en relación a la catástrofe natural que azotó Acapulco y ambas costas de la entidad, que fue llamada por el Estado mayor presidencial para sumar esfuerzos, y desde la capital, se realiza la Base de Datos de los estragos por el Huracán «Otis», además, un gran número de brigadas de Protección Civil se encuentran en el puerto y varías regiones del estado.

«Están las brigadas de Bomberos, de Salud, se llevarán a través de CAPACH 6 pipas diarias al puerto de Acapulco, también se dispuso de un centro de acopio para la colecta de víveres, hubo una gran solidaridad, muchas gracias a quiénes atendieron la convocatoria, aprovecho este momento para pedir a este pueblo maravilloso de Chilpancingo, podamos sumar esfuerzos, desde la trinchera que esten, organizándonos para ayudar a nuestros hermanos guerrerenses», expresó con voz estruendosa, que denotaba gran empatía.

Con respecto a su 2do Informe de Gobierno, la presidenta destacó que su administración, ha sido la más transparente del estado las dos ocasiones en las cuáles ha rendido cuentas a su pueblo, y tiene la virtud de saber caer de pie frente a las adversidades:

«Para gobernar hay que ser pueblo, hacer pueblo, y estar con el pueblo. Jamás voy a evadir mi responsabilidad como presidenta, tienen una presidenta honesta, servidores públicos honestos, mi gabinete no es un club de Tobi, lo integran personas capaces y con valores, que no cede a las presiones, bajezas políticas, ni a los embates de los que pretenden sin éxito, distorsionar los propósitos que nos animan, saben además, que la labor de un gobierno es la que une, y no divide, la que no solo escucha, sino que resuelve los problemas complicados. Los resultados que hoy pongo a disposición del pueblo de Chilpancingo no son un trabajo individual Lo he reiteró, es producto de una empresa colectiva».

Tan expresiva, cómo siempre se ha caracterizado, Norma Otilia Hernández remató su discurso eufórica, emotiva y con el puño en alto frente a su pueblo parafraseando a personajes ilustres del estado, agradecida por la encomienda que se le otorgó, de llevar las riendas de su natal avispero:

«Chilpancingo, tierra de avispas, tierra Tlacololera del pozole y del mezcal, templo de la patria, cabeza política de la entidad, que sirvió de atalaya a la naciente República, desde dónde se pronunciaron para el mundo los Sentimientos de la Nación en la Iglesia de la Asunción, desde dónde se han dado en todos los tiempos, lecciones de perdón a los tiranos, seguirá manteniendo en esta, su integridad y su pasión por seguir sirviendo los más caros anhelos, con los que se empeñan sus hijas y sus hijos, porque ¡Chilpancingo no tiene dueño!».